El pensamiento de diseño es una herramienta poderosa para desarrollar proyectos desde una visión cliente-céntrica como una respuesta personalizada ante una necesidad de innovación. Esta metodología permite abrir el foco a nuevas influencias; es decir, el diseñador tiene libertad de no desechar ideas, de no rechazar valor y de no negar posibles soluciones. En otras palabras, la reflexión está siempre en fase de mejora y de perfeccionamiento, lo que permite incorporar nuevos datos, perspectivas, reflexiones u opiniones al proceso. Gracias al Pensamiento de Diseño desarrollamos proyectos desde una perspectiva viable, factible y deseable, por medio de 5 pasos:
EMPATIZAMOS
Para crear innovaciones significativas necesitas conocer a tus usuarios y preocuparte de sus vidas. Para ello, tienes que observar, involucrarte y escuchar a tu cliente.
DEFINIMOS
Significa enmarcar un problema con un enfoque directo; es decir, traer claridad y enfoque al espacio de diseño en que se definen y redefinen los conceptos.
IDEAMOS
En esta etapa generamos múltiples ideas y soluciones innovadoras a través de una lluvia de ideas. Todas las propuestas son válidas como posibles alternativas de cambio.
PROTOTIPAMOS
Aquí se generan elementos informativos como dibujos, artefactos y objetos con la intención de responder preguntas que nos acerquen a la solución final. Idealmente debe ser algo con que el cliente pueda trabajar y experimentar, a fin de recibir retroalimentación mediante sus opiniones.
EVALUAMOS
Este paso consiste en solicitar opiniones sobre los prototipos que se han creado. Una regla es hacer prototipos creyendo que estamos en lo correcto, pero evaluando pensando que estamos equivocados. Ello nos sirve para refinar las soluciones y poder mejorarlas.
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